HECHO POR UN ANÓNIMO
Fue solo cuestión
de un instante, de una mirada, para que tantos años de distancia se resumieran
en un simple y llano sentimiento. No te puedo negar que la espera fue larga y
un tanto amarga entre decepciones y desengaños de este camino trivial y mundano
al que se le dedican las mayores odas desde tiempos tempranos. Éste camino,
armado de concepciones distorsionadas va dejando almas en pena a su paso, almas
que no soportaron el dolor de tantos años de lucha en un guerra que con el paso
de los tiempos va perdiendo sentido; otras almas son más luchadoras y batallan
incesantemente en búsqueda de un sueño
anhelado al que dotan de felicidad infinita, pero una vez alcanzada la meta
comprenden que la felicidad es un vaivén incesante que algunas veces decide
tocar a la puerta de la vida y hacerle una corta visita. No sé quién soy, he tropezado con las piedras y he caído sobre
pozos profundos, no soy alma luchadora, eso es seguro, sin embargo tampoco me
ahogo en los ríos de lagrimas que bordan el camino, tal vez sea alma soñadora,
no lo sé.
Aunque te encontré,
sigo sin encontrarme completamente, las cosas jamás son como las pintan y la
luz al final del camino puede aparecen incluso sin haber encontrado tu luz
propia y de eso soy testigo yo y todos aquellos que alguna vez decidieron
comenzar ese duro y arduo proceso de recorrer el propio camino. Trato de
comprenderte, pero cada día te me haces un ser más complejo, lleno de emociones
cambiantes, de alegrías y tristezas, de altos y bajos y de profundos
intermedios difíciles de tolerar ¿cómo es posible tanta complejidad en 1,72 de
estatura y no más de 68 kilogramos? Y luego comprendo que dedico mis
pensamientos horas y horas en históricas cruzadas para descifrar tus secretos,
negándome el hecho de que aun tras 20 años de análisis e investigaciones, de
noches enteras frente a un escritorio, al lado de una ventana o simplemente
bajo las cobijas me ha sido imposible descubrir mi propio tesoro.
Que ingenuos somos
los seres humanos, demasiado optimistas en mi opinión, fascinados con el mundo
externo y todo aquello que va más allá de nuestro propio entendimiento; años
dedicados a crear obras magnificas que intentan explicar todo un conjunto
social de desenvolvimiento, pero aquel momento en que nos encontramos solos con
nuestro propio entendimiento, sentimos tanto pavor que preferimos salir
corriendo a los brazos de otro que creemos, comprenderá más lo que sentimos que
nosotros mismos; No eres eso para mí, no
solo unos brazos ni un paño de lagrimas, tampoco un muro de los lamentos ni mi
psicólogo personal, no eres mi escape de la realidad ni mi oportunidad de
nuevos horizontes, mucho menos eres mi mundano reflejo ni un amigo de consuelo,
no eres nada de eso; Fue solo cuestión de un instante, de una mirada, para que
tantos años de distancia se resumieran en un simple y llano sentimiento, mi
compañero para labrar este camino de entendimiento, uno junto al otro sin
vergüenzas y con desencuentros.
¿Sabes una cosa? Te
propongo dejarnos de tanta hipocresía, pero no solo a ti, sino también a todo
aquel que encuentre algún valor en éstas palabras de mujer enamorada, que aunque cegada por un
ininteligible sentimiento de incitadas batallas, suficientemente consciente de
que éste y no otro es nuestro camino correcto.
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