Como las botellas de vino analizo
tú cuerpo, tú rostro; como las botellas de cerveza analizo tú sabor, tú
amargura.
Las botellas de
vino tienen ciertas etiquetas que marcan la pauta para saber lo interesante que
pueden llegar hacer, en ella puedo ver tu procedencia, cuántos años tienes, que
puedes brindarme y lo mejor hasta donde me puedes llevar.
Las botellas de
cerveza tienen un estilo diferente en ellas puedo ver a qué nivel puedo llegar
contigo, si eres amarga, si eres dulce o si tu proceder es de algún tipo
exótico que debo disfrutar inmediatamente, si tu sabor es un gusto burbujeante
al paladar que me hace sentir un tipo de sensación que marcara mi vida de por
vida y me hará elegirte una y otra vez.
No puedo descifrar
si eres una botella de champagne costosa la cual hace mi cabeza explotar,
ser impulsiva y luego arrepentirme de lo hecho porque una sola copa es celebración
una botella es traición porque a la mañana siguiente no sabré muy bien que
paso.
No puedo entender
si tú eres una botella de vodka tan transparente, tan estética y traicionera al
mismo tiempo, eres tan fuerte que debo pasarte con un jugo más para no darme
cuenta de tu sabor real.
Esta noche tan
fría prefiero tomarme un rico café porque al tocarte me das alivio, calidez,
siento como puedo pasar mis manos alrededor de ti sintiendo mi piel conectada a
ti, tú color me hace detallarte, tú olor me hace desearte y saborearte mientras
pasas por mis labios.
Te elijo a ti taza
de café porque sé que dejaras huella en mí y no una resaca que me haga nunca más
desear volverte a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario