(Este escrito es un trabajo conjunto entre Santiago Orrego Henao y Alejandra Muñoz)
Te
conozco de hace años, pero aún no sé quién eres, sólo sé que mis placeres,
escalan otro peldaño, cuando alguna vez al año, me regalas tu sonrisa, no hace
falta ir a la misa, para
conocer a Dios, ya entendí que entre los dos, siempre fluirá esta brisa.
Conocerte no es más
que un misterio, ya que a palabras dichas corazones sinceros, hemos dicho
muchas palabras que hieren nuestros egos pero para mí no hay más placer que
descubrir tus secretos.
La distancia que separa, tu mirada de la mía, nunca será suficiente,
para olvidar tus caricias, pues mi alma primeriza, encantada con tus manos, se
dejó llevar despacio, todavía lo recuerdo, fuiste tú mi primer beso, sobre mi
alma el primer trazo.
En mis manos quedaron
las huellas de tu cuerpo, déjame ser tu artista, déjame ser tu escultor, deja
que mi alma plasme en ti un recuerdo que sea inolvidable para los dos.
Visítame en
primavera, salúdame con el sol, sabes que mi corazón, te espera de puerta
abierta, tienes la llave secreta, no esperes más, adelante, mis labios están
expectantes, de darte su último aliento, sabes que contigo me tiento, no hago
más que extrañarte.
Mis brazos esperan por ti, mi cuerpo desea tenerte, aun que pasen mil
primaveras mi amor por ti seguirá intacto, aunque mi vida siga cambiando
siempre tendrás el privilegio de seguirme palpando, porque mi cuerpo es tuyo, aunque
la primavera ya no me guste tanto.
Encuéntrame pues en
invierno, si así lo prefieres princesa, sabes bien que yo en mi cabeza, ya bien
te mantengo abrazando,
Si ahora tú estás tiritando, cobíjate con mis palabras, que luego cuando el cielo abra, mis manos rozarán tus labios, tu cuerpo será todo mío, así como lo era en mis sueños, el tiempo se hace pequeño, y mientras escribo sonrío
Si ahora tú estás tiritando, cobíjate con mis palabras, que luego cuando el cielo abra, mis manos rozarán tus labios, tu cuerpo será todo mío, así como lo era en mis sueños, el tiempo se hace pequeño, y mientras escribo sonrío
Como guitarra colgada en tu pared quiero estar para ti, quiero sentir
tus alegrías, quiero ser motivo de tus melodías, quiero ser la causa de tus
melancolías, quiero fundirme en ti como se funden tus dedos en busca de la perfecta sinfonía.
Ven pues a mi mundo mujer, asómate por la ventana, quiero al despertar
mañana, levantarte con café,
Con mi contacto en tu piel, con mi ser adentro tuyo, que la mañana, concluyo, sea un sueño de placer, y tras tus ojos de miel, tú inocencia siga en lo suyo.
Con mi contacto en tu piel, con mi ser adentro tuyo, que la mañana, concluyo, sea un sueño de placer, y tras tus ojos de miel, tú inocencia siga en lo suyo.
Con placer la taza entre mis manos cogeré, acariciare tu cabello como si
fuera la última vez, aunque mi inocencia no sea un hecho, entre los dos siempre
quedara guardado el secreto, porque en tu mirada y la mía no hay más que
inspiración y deseo.
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