jueves, 22 de enero de 2015

SENTIMIENTOS INDEDITABLES




Personas con conocimientos ocultos en lugares remotos, personas que marcan tu existencia con sus palabras, personas que con sus miradas hace mucho más que observar, personas que con su presencia hacen de tu vida algo mejor.

Conocerte no fue más que obligación; desde el inicio comprendí que tendría que ver tu rostro cada viernes en la mañana con una taza de té en tu mano derecha y con libros en la izquierda. Eras tan extraño pero tenías tantas cosas interesantes que decir, tenías tanto conocimiento por compartir, tenías tantas cosas en tu cabeza que una hora de clase no era suficiente para entender la pasión que había en tus palabras.

Los viernes dejaron de ser obligación cada viernes en la mañana me levantaba con una sonrisa porque sabía que aprendería palabras nuevas, porque sabía que me contagiarías de tu pasión, porque sabía que tus palabras hacían más en mi de lo que imaginaba, porque dejaste de ser un superior a ser mi amigo.

Tomar té en las mañanas se hacía monótono en cada reunión y no sabía si era porque era lo único que mi escuela podría ofrecer o si era porque los turrones de azúcar no eran lo suficiente cuadrados para mi gusto. Tomar té contigo era algo de otro mundo era algo más que un compromiso matutino en una sala llena de personas con ansias de poder y egocentrismo, tú hacías de mis mañanas algo increíble tenía que aprender tanto de ti pero era tan poco tiempo el que podía pasar contigo.

Los descansos eran tortuosos después de largas horas de estar sentada escuchando  la misma persona hablar; los descansos era el método de escapatoria a la realidad y sabía que una conversación contigo era suficiente, eras tan adulador, tan mayor, tan loco, tan sabio que tu anillo de compromiso te hacía ver más interesante aún; tus palabras eran tan fuertes recuerdo como si fuera ayer cuando me decías “Porque no te conocí unos años atrás hubieses sido la mujer de la que me hubiese enamorado locamente y nunca te hubiese dejado ir” y aun sabiendo la diferencia de edades decías que no había problema  y que para el amor no había edad estipulada, las cosas que decías eran extremadamente implícitas y tu sutileza para conversar con mi madre era increíble, eras el único hombre que conocía que podía decir lo que sentía y deseaba en el momento perfecto porque para ti no había momento adecuado ni momento incorrecto porque todo para ti todo era una oportunidad.

Llega el día de vestidos largos y ponches adulterados tu increíble manera de adular mi vestido blanco fue decir “Estas de blanco y yo de negro que tal si hacemos de esto algo más formal, luce usted muy hermosa esta noche señorita” , la noche avanza las persona se divierten y puedo detallar en el rostro de un amigo las ganas que tiene de besarme pero lastimosamente soy lo suficientemente exquisita y selectiva para él pero no importaba porque a mi lado estabas tú hombre tan sabio y tan formal, llega la hora de bailar y eres la única persona que siento que debería tener el honor de bailar conmigo, en medio del baile y las cursilerías tu insistes en que no sabes si lo que haces es erróneo pero dices constantemente que naciste en la época equivocada y que darías lo que fuera por ser más joven o hacerme a mi mayor yo solo te sonrió amablemente, el baile termina es hora de ir a casa y no porque sea media noche ni porque las princesas lo hagan es porque los tacones me tenían exhausta y solo quería ir a dormir.


El gran día había llegado era el momento de salir de la prisión de muchos años donde haces amigos para toda la vida y donde tienes las experiencias más lindas y amargas de tu vida, la ceremonia termina y no te pude verte allí para despedirme; meses después vuelvo a aquel lugar donde que viví por muchos años de mi vida y como algunos maestros decían “ El segundo hogar” , allí estabas tú tan impecable como siempre y nunca olvidare tu saludo “ Mi sueño se hizo realidad ya lo nuestro no es prohibido” le sonrió amablemente y le expreso que siempre lo será me despido de él con un beso en la mejilla y dices por última vez “ Siempre serás el amor que desee desde el pasado que se hizo realidad en el presente pero que nunca tendré en el futuro”, te despides con nostalgia mientras posas tu mano sobre mi rostro deseándome felicidad y amor, me despido de él comprendiendo que hay cosas que solo pasan una vez en la vida y que si no las sabes apreciar nadie más lo hará por ti.

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