Solo
fue una caminata, solo fue una mirada de aprobación en la cual ambos tomamos la
decisión de visitar un nuevo lugar, la emoción estaba reflejada en su rostro él
era tan feliz organizaba sus maletas para partir yo por mi parte era feliz viéndolo
empacar ilusiones, deseos y ansias locas de conocer algo nuevo; la tarde fue
productiva mi imaginación volaba solo imaginaba estar en aquel lugar y
contemplar su belleza, calmaba mis ansias con un té y unas galletas mientras mi
travieso amigo estaba tomando una siesta para aguantar el viaje y no perder
ningún detalle.
La
mañana llego, el sol se veía mejor que nunca emprendimos nuestro viaje habían
tantas cosas bellas que visitar en el camino que imaginaba que ni mil memorias
SD alcanzarían para tanta magnitud de guardar y almacenar todo lo que veía a mi
alrededor; el viaje cada vez era más interesante la música, el verano todo parecía
sonreír, cada canción tenia diferente diversión miraba el rostro de aquél chico
que estaba junto a mí no podía creer lo que pasaba estábamos en un lugar
desconocido cumpliendo nuestros sueños aquellos minutos eran únicos las
canciones eternas para disfrutar y recordar dos almas cantando las mismas
ruidosas y enérgicas canciones que creaban recuerdos inolvidables.
Luego
de doce agotadoras horas pero divertidas con paradas entretenidas llenas de
alegría y muchas fotografías sin sentido
Llegamos
al lugar esperado era tan precioso, tan sublime, simplemente no tenía
palabras para describir un pequeño paraíso en medio de una ciudad.
La
experiencia ya no era un sueño era una vivencia en mi alma había un alivio, una
emoción inexplicable el estar allí con él compartiendo un sueño de películas y
que para Muchas personas era imposible el solo hecho de respirar me daba fuerza
para entender que todo tiene un propósito y que todo lo que hay en mi corazón
podría cumplirse. El caminar, el mirar tantas personas de tantas culturas
reunidas en un parque en medio de la cuidad ver jóvenes practicando baile,
jóvenes músicos dejando sus almas en cada canción, el ver el alma abierta
y deseosa de conocer más y más de mi compañero de aventuras un chico
joven, músico y amante de la vida con una sonrisa tan grande en su rostro que
no podía dejar pasar sin fotografiar el momento. La fuente era sublime,
artistas, pintores, burbujas gigantes de jabón; acostarse en una roca y mirar
la naturaleza rodeada de rascacielos era tan mágico y real al mismo tiempo;
después de un día maravilloso nuestra aventura terminó en un restaurante de New
York deseando que la próxima aventura llene cada vez más nuestras almas.
Aquél
día inolvidable fue como tatuarse en el alma una experiencia única y lo
mejor con una compañía única.
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