Dicen que decorar abre tu mente te
sumerges en un mundo lleno de colores y fantasías cromadas pero ¿Por qué tanta gente lo
ve difícil o aburridor?
El secreto es que decorar no solo es una
combinación de catálogos y mirar que tiene mi vecina para superarla, decorar es
pasión es vida es una parte la que sale a relucir en tu hogar o en tu trabajo.
Ahora dejando toda esa teoría la cual
mucha gente no pone en práctica lo que piensan las mujeres cuando van a re
modelar una casa es que no importa el costo ellas quieren que sus mentes
creativas surjan y puedan ser reconocidas, pero lo que no entiendo es por qué
los hombres sufren con esta decoración no se supone que si sus esposas o novias
están felices ellos también, pues no la realidad es otra cada bombillo que cae
en carrito de compras es un billete menos que hay en sus billeteras y luego
surgen las peleas, pero eso no es lo más interesante lo más interesante es ver
a las parejas de recién casados reflejando en cada cuadro, vela o almohada que
pondrán en su casa será mágico y la magia se acaba cuando pasa una chica más
linda más atractiva y lo mejor sin compromiso y allí es cuando la esposa toma a
su esposo como lámpara de cincuenta por ciento de descuento; en ese mismo
momento cuando una persona normal está en un conflicto interno por no saber si
su sala será verde o azul allí es cuando entiendes que eso no es
importante sino que lo que pasa alrededor de ti es un verdadero conflicto,
chicas cogen a sus chicos como cupones de descuento de Victoria Secret; como
entre chicas se miras como cocina de temporada pasada y como los hombres ven a
los mujeres hermosas como si todo a la hora de pagar costara solo una
moneda y el mismo placer que se siente sacar la moneda de la billetera se
sintiera al ver a la mujer lado por lado como la moneda; la realidad es que
decorar es genial cuando vas con la persona indicada pero cuando vas solo no
sabes que es más conflictivo si elegir lo que quieres o si son los precios lo
que preocupa o la presión que se vive en el almacén de decoración. Realidad o
no así lo sentí yo.
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