Colores, tamaños y
emociones hay detrás de las puertas de la vida y al girar la perilla será tal
vez el comienzo o final de tus días.
La vida es un pasillo
oscuro con puertas de colores, algunas de ellas poseen las respuestas a tus
preguntas y algunas simplemente evocan el olvido, el pasado, la soledad; pero
alguna vez te has preguntado:
- ¿Qué hay detrás de la
puerta?
A través de la historia
nos han mostrado e ilustrado que las puertas son: conexión, división e incluso
una invasión. No todas las personas vemos las puertas de igual manera, pero si
ponemos un poco de atención son el principal objeto que ha marcado nuestras
vidas.
Cuando éramos niños las
puertas eran portales hacia mundos mágicos, bueno, mágicos solo en la mañana
porque en la noche era el portal o hasta el cementerio dando paso a los
monstruos nocturnos, justo después del beso en la frente de nuestros seres
queridos como señal de buenas noches, lo cual realmente indicaba en sus
pensamientos, (“Al fin descansaré de ti”), perdón, “Te amo hijo, buenas noches”;
en el justo momento en el cual cierran la puerta del dormitorio un mágico y
tenebroso mundo comienza a funcionar y solo nos queda contar ovejas para
conciliar el sueño, “Lo cual nunca funciona”; dos horas después abres la
puerta y sales corriendo a dormir al cuarto de tus padres donde el terror de las puertas mágicas no existía.
Llega la adolescencia,
las puertas son el símbolo de privacidad, territorio y lo más importante “La
expresión”; si hablamos de expresión no se necesitan palabras para expresar lo
enojados que estamos, simplemente tiramos la puerta con mucha fuerza y con ese
gesto estamos demostrando “Nadie entra a mi territorio y por consiguiente me he expresado”. Las puertas
en la adolescencia son el lugar donde ponemos nuestros sueños, metas, logros,
dejándole saber al mundo que si cruzan esa puerta encontraran un mundo “Nuevo”
y “Original”.
Las primeras relaciones
amorosas en el transcurso de nuestra vida fueron pautadas y marcadas por
puertas; el primer “Adiós” con un toque de cámara lenta al cerrar la puerta
mientras descargas tu cuerpo enamorado en forma de éxtasis, donde esa puerta se
convierte en tu protector de que te vean la cara de pendejo, digo, de
“Enamorado”.
Llega la primera cita,
tocan el timbre, pasas tu mano sobre la cerradura con nerviosismo, revisas tu
aliento, te miras en el espejo una vez más y finalmente respiras y llenas tu
cuerpo de confianza mientras abres la puerta simbolizando de que has abierto
las puertas de tu corazón a una persona nueva.
En el transcurso de
nuestras vidas románticas las puertas marcaron la pauta con estas frases:
- “Cuando cruces la
puerta deja atrás tus dudas y tus remordimientos” Santiago cruz.
- “Si cruzas esa puerta
no me volverás a ver jamás”.
- “Si cruzas esa puerta
no seré responsable de lo que pase”.
Aparentemente cruzar
puertas es como la decisión más difícil de nuestras vidas, simbolizando que
quieres terminar con una relación y que no quieres saber nada más de nadie o
también puede simbolizar, “La fiesta apenas comienza”.
Muchas puertas son
cruzadas diariamente como símbolo de demostrar amor eterno; otras son formas de expresión como cuando dos
amantes cierran las puertas con sus cuerpos mientras se besan porque la pasión
los consume, o como aquellos que se juran que al cruzar las puertas jamás se
volverán a ver o por aquellos que con un solo beso y una mirada desde una puerta
entre abierta manifiestan su amor y el inicio de una nueva relación.
Ahora somos adultos,
las puertas de las oportunidades esperan por nosotros tales como las
universidades, los empleos, los bares, “Las Vegas” y las iglesias; puertas que
marcan tu vida, como abrir la puerta de una nueva casa o tener el placer de
abrir las puertas de tu nuevo auto. Ahora somos adultos que podemos construir
todos nuestros sueños abriendo y cruzando puertas, como también podemos
destruirlo todo cerrando puertas y dejando todo atrás.
Colores, formas y hasta
sabores.
- ¿Qué significan para
ti las puertas?
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