martes, 29 de septiembre de 2015

LA HIJA DE LA LUNA





Ella era hermosa, una belleza singular y particular; ella tenía todo lo que una persona podría desear, ni los más bajos instintos, ni los más altos deseos e inspiraciones humanas podrían descifrar su manera de mirar.

Ella simplemente era perfecta.

La palabra perfección en el transcurso de la historia ha sido cambiada y acomodada, pero ella ha sido en todos capítulos de la historia el fruto más hermoso y deseado, el más codiciado en la historia del romance y la pasión en la humanidad.

Dioses, nobles y caballeros lucharon por su amor pero ninguno llego a su corazón, porque ella no estaba en este planeta para dejar huella, ella había sido creada para conmemorar el amor siglo tras otro, ella era el ejemplo viviente de pasión y sensualidad, de cursilería y amistad, ella era el complemento perfecto, la formula sin descifrar y la cura que todos sueñan alcanzar.

Una noche ella se encuentra con las personas que pertenecieron a su pasado, les brinda una copa de vino, los contempla mientras reviven historias, pero luego los deja ir nuevamente embriagados de ella.

En la mañana siguiente se reúne con las personas que pertenecen a su presente y les brinda nuevamente un poco de vino, pero esta vez hablan de los planes que harán en la noche; ella alimenta sus fantasías, deseos; pero no como todos los piensan, porque ella con una simple conversación los tenia a todos volando en la imaginación, con un brindis más y en amnesia permanente los ha de dejar.

Ella era inspiradora, ella tenía su propia luz, su esencia era única, lo que todos querían pero nadie sabía que ella era hija de la Luna; ella enamoraba a su paso, dejaba memorias sangrantes con su recuerdo, su cuerpo fue una inspiración; ella fue motivo de batallas memorables, joyas preciosas, estatuas, escritos, teatro y música; pero todo eso solo hacia parte de la historia porque ella llego al mundo fue a enseñar sobre el amor pero nadie era merecedor de su valor.

Ella seguirá marcando historias, caminos y seguirá siendo motivo de inspiración porque al igual que su madre nos hipnotizara esta noche una vez, porque a la hija de la luna alguna vez nos debemos de encontrar.



lunes, 21 de septiembre de 2015

DÉJATE






Dame tu mano, delicada y suavemente;
déjate llevar un segundo por mis impulsos,
déjate moldear por mí,
déjame ser más que una persona que pertenece a tu vida,
déjame ser tu vida.
                                                                                                    
Ser la razón por la cual respiras no es suficiente para mí, ser la razón por la cual tu respiración se acelera cada vez más nunca será suficiente; cada vez que me miras tus ojos son un campo abierto en el cual quiero perderme y perder allí mi razón, mi cordura; color café intenso que me sumerge y me embriaga.

¿Será que todo comenzó en la noche que te bese? 

 La primera vez que acaricie tus labios con mis dedos fue la primera vez que esas grietas me revelaron historias, laberintos ocultos, los cuales me ayudaron a comprender que besarte era más que un acto romántico; besarte es historia, besarte es ocultismo, besarte era más que acariciar una urna de cristal para revelar el futuro, porque besarte era sentir el futuro en mis manos.

¿Será que cuando mis manos rodearon tu cintura fuiste mía realmente?

Recuerdo con claridad que estábamos en unas escaleras y que tu temor a caer hacia que más te aferraras a mí, mis manos podían sentir un poco de tu piel ya que tu camisa era muy corta, en realidad no me negué al beneficio de sentir su suavidad. La forma en la que tus manos rodeaban mi cuello me hacía sentir que tú también me hacías parte de tu vida, una posesión tuya.

Hoy estas lejos pero en mis manos quedaron la copia de los mapas de tu piel los cuales algún día me ayudaran a descubrir mucho más de ti. 

Sé que tienes que volver a sus brazos donde te sientes protegida pero aquí siempre estaré para revelar tus misterios.