Ella era hermosa, una belleza singular y
particular; ella tenía todo lo que una persona podría desear, ni los más bajos
instintos, ni los más altos deseos e inspiraciones humanas podrían descifrar su
manera de mirar.
Ella simplemente era perfecta.
La palabra perfección en el transcurso de la historia
ha sido cambiada y acomodada, pero ella ha sido en todos capítulos de la
historia el fruto más hermoso y deseado, el más codiciado
en la historia del romance y la pasión en la humanidad.
Dioses, nobles y caballeros lucharon por su amor pero
ninguno llego a su corazón, porque ella no estaba en este planeta para dejar
huella, ella había sido creada para conmemorar el amor siglo tras otro, ella
era el ejemplo viviente de pasión y sensualidad, de
cursilería y amistad, ella era el complemento perfecto, la formula sin
descifrar y la cura que todos sueñan alcanzar.
Una noche ella se encuentra con las personas que pertenecieron
a su pasado, les brinda una copa de vino, los contempla mientras
reviven historias, pero luego los
deja ir nuevamente embriagados de ella.
En la mañana siguiente se reúne con las personas que
pertenecen a su presente y les brinda nuevamente un poco de vino, pero esta vez
hablan de los planes que harán en la noche; ella alimenta sus fantasías,
deseos; pero no como todos los piensan, porque ella con una simple conversación
los tenia a todos volando en la imaginación, con un brindis más y en amnesia
permanente los ha de dejar.
Ella era inspiradora, ella tenía su propia luz, su esencia
era única, lo que todos querían pero nadie sabía que ella era hija de la Luna;
ella enamoraba a su paso, dejaba memorias sangrantes con su recuerdo, su cuerpo
fue una inspiración; ella fue motivo de batallas memorables, joyas preciosas,
estatuas, escritos, teatro y música; pero todo eso solo hacia parte de la
historia porque ella llego al mundo fue a enseñar sobre el amor pero nadie era
merecedor de su valor.
Ella seguirá marcando historias, caminos y seguirá
siendo motivo de inspiración porque al igual que su madre nos hipnotizara esta
noche una vez, porque a la hija de la luna alguna vez nos debemos de encontrar.