lunes, 28 de noviembre de 2016

ENREDOS



Abro mis manos en busca de sueños.
Abro mis manos en busca del viento.
Abro mis manos en busca de aquello que llaman deseo.

Observo lentamente como mi cabello pasa entre mis dedos,
tan suave, tan delicado, tan oscuro.

Mi cabello me da una de esas sensaciones extrañas y satisfactorias cada vez que toca mi piel,
me hace sentir segura y protegida.

Como cortinas esconden mi rostro cada vez que quiero evitar tú sonrisa.
Como neblina que oculta el camino y hace que la mente cree ilusiones, así oculta mis sonrisas, deseos los cuales mis labios y ojos no pueden controlar.

Sumerjo mis manos en las aguas del olvido esperando que la magia negra o blanca se haga cargo de llenar esos espacios, esos vacíos, ese silencio.

Silencio que ni pienso, ni quiero aguantar.

Reposo mi cuerpo sobre la arena, cubro mi cuerpo con esas pequeñas sonrisas que me brindas todos los días, retiro el cabello arenoso de mi rostro, descubro unos ojos  llenos de paz, llenos de ganas de absorber todo de mi, lo bueno y lo malo.

Entre neblina, arena y agua te encontré a ti.