-Echándole la culpa al tiempo.
- ¿Por qué todo fue tan rápido?
- ¿Por qué todo fue tan fugaz?
- ¿Por qué no lo pude disfrutar?
-Me quedo perpleja ante un reloj y te recuerdo cantar:
- "Reloj, no marqués las horas, porque voy a enloquecer, ella se ira para siempre cuando amanezca otra vez"
- Me dan ganas de llorar al saber que ya no estás conmigo, pero sé que esta canción me recuerda más a ti.
-Sentada frente a un pastel con una vela encendida la cual simboliza sueños e ilusiones, me pregunto:
-¿Es la edad?
-¿Son los sueños?
-¿Soy yo?
-Entre el pasar de las horas, entre el suspiro de los recuerdos abrí la puerta de mi alma y encontré una biblioteca. Estaba llena de libros, archivos, historias; todas de diferentes colores y algunas hasta tenían manchas; manchas de amor, dolor y lagrimas. Entro en confusión y salgo despavorida. Comprendo que no es el tiempo el que me ha hecho todo esto a mi, he sido yo misma.
- MI alma y mi vida se han basado en un simple número, año tras año. Mi alma está llena de experiencias, alegrías, sabiduría, madurez y dolor. En ese momento comprendo cuando Ricardo Arjona dice:
- " ¡Señora!, no le quite años a su vida, póngale vida a los años que es mejor"
- "Sí el lo decía es por algo"
-Nunca es lo suficientemente tarde o lo suficientemente temprano para cumplir un sueño
-Nunca es tarde para descubrir que la culpa no es del reloj. La culpa es propia por no tener el control sobre el.
-Son las 3 AM, la vela se consumió sobre el pastel, al reloj se le acabó la pila pero, fue en ese justo momento, cuando pude sentir que yo tenía el control del tiempo, las baterías del reloj las cambio yo!
